En nuestra conversación con el Ingeniero Daniel Torrealva, abordamos el análisis de estructuras existentes, destacando los métodos, tecnologías y desafíos involucrados en su evaluación.
¿En qué consiste el servicio de evaluación de estructuras existentes que ofrece el laboratorio de Estructuras Antisísmicas? Consiste en identificar anomalías, defectos y patologías presentes en una edificación a fin de evaluar su relevancia en la seguridad y funcionalidad de la misma. Hay evaluaciones de carácter general, como cuando se desea conocer el estado de seguridad de un edificio debido a su antigüedad y evaluaciones de carácter específico producto de alguna anomalía evidente.
¿Qué métodos y tecnologías se utilizan en la evaluación de estructuras existentes? En términos generales, la evaluación de estructuras sigue un procedimiento establecido en los documentos del ASCE, ACI, FEMA, ISO-16311, IEBC entre otros. En el país, contamos con reglamentos para construcciones nuevas, pero para las existentes tomamos como referencia estos documentos que coinciden en que el procedimiento debe incluir evaluaciones experimentales en campo y en laboratorio, y evaluaciones numéricas en gabinete.
Nosotros realizamos ambos tipos de evaluaciones. Las evaluaciones experimentales en general permiten diagnosticar el estado actual de la estructura, mientras que las numéricas en gabinete procesan los datos obtenidos para obtener un diagnóstico de acuerdo con el objetivo específico de desempeño, como saber si un edificio antiguo aún es seguro o si soportaría una ampliación o cambio de uso.
¿Qué indicadores clave se consideran para determinar la integridad estructural de una edificación? Los indicadores que se toman en cuenta para evaluar la integridad estructural se dividen en físicos y numéricos. Los físicos se refieren a la calidad de la construcción y el grado de deterioro. Por ejemplo, una construcción de buena calidad puede deteriorarse por factores externos, como filtraciones de agua o humedad, que a largo plazo generan corrosión. Sin embargo, esto no significa, necesariamente, que la estructura sea de mala calidad. Por otro lado, si la calidad es deficiente y se suman problemas adicionales, el deterioro será más severo.
Para el análisis numérico, utilizamos programas especializados donde se incorporan los datos de campo para determinar el nivel de seguridad o resistencia del edificio. Este proceso siempre culmina en un diagnóstico que incluye recomendaciones específicas como el tipo de intervención estructural necesaria, cambio de uso, adecuación a nuevas exigencias,
¿Hace cuánto se brinda este servicio? Este servicio se ha brindado desde hace muchos años, pero antes era más esporádico. Con el tiempo, hemos mejorado el laboratorio, implementando programas y contratando a profesionales especializados en este tipo de evaluaciones. Actualmente, contamos con toda la cadena de valor, desde el análisis hasta el diagnóstico, e incluso ofrecemos la implementación de soluciones, que dependerá de las alternativas planteadas y acordadas con el cliente.
¿Cómo ve el futuro de la evaluación de estructuras existentes en el contexto de avances tecnológicos y normativos? Con los avances tecnológicos, estamos constantemente incorporando nuevas tecnologías en nuestros servicios ya que nuestros diagnósticos deben estar fundamentados en datos técnicos. En estos casos, utilizamos técnicas no destructivas, como ultrasonidos o rayos electromagnéticos, para obtener información sobre el interior de una estructura sin necesidad de abrirla. Es similar a una tomografía, donde podemos ver el interior de un edificio sin dañarlo. Esto nos permite hacer diagnósticos precisos sobre la condición de la estructura sin necesidad de intervenir físicamente.
Reseña de entrevistado:
El ingeniero Torrealva es profesor principal PUCP y Magíster en Ingeniería Estructural por la Universidad de California en Los Ángeles, con más de 40 años de experiencia en el análisis y diseño estructural, de edificaciones y obras de infraestructura. Especialista en vulnerabilidad sísmica y diseño de viviendas sismorresistentes de bajo costo. Actualmente es Jefe del Laboratorio de Estructuras PUCP, liderando proyectos de intervención, reparación y refuerzo de edificaciones históricas y convencionales.
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